Ventajas y desventajas de la nave industrial de hormigón y de la nave industrial metálica

Antes de realizar un proyecto para la construcción de una nave industrial debemos tener muy claro el tipo de actividad que vamos a desarrollar y en base a ello vamos a evaluar el tipo de construcción que vamos a realizar.

A la hora de pensar en el tipo de nave industrial que vamos a necesitar podemos elegir entre una nave industrial de hormigón o una nave industrial metálica, cada una tiene sus ventajas y desventajas y para acertar en nuestra elección lo mejor siempre es dejarse aconsejar por profesionales. En Rosacoloma estaremos encantados de asesorarte en este sentido; contamos con una dilatada experiencia en diseño y construcción de naves industriales, tanto de hormigón como de materiales metálicos.

Vamos a hablar de las principales características, ventajas y desventajas de cada una de ellas.

Nave industrial de hormigón

Las naves de hormigón actuales prefabricados son fáciles de montar, pero presentan el inconveniente de que sus estructuras no pueden ser demasiado altas y resulta complicado aprovechar la luz natural en su interior, o al menos no son demasiado flexibles en cuanto a su diseño.

Sin embargo una nave industrial de hormigón presenta toda una serie de ventajas en cuanto a durabilidad y resistencia, ya que el hormigón no pierde resistencia con el paso del tiempo ni por las condiciones meteorológicas adversas.

El montaje con hormigón prefabricado reduce considerablemente los tiempos de ejecución de obra al no tener que necesitar tiempo para el encofrado, rellenado, apuntalado o fraguado. Una nave industrial de 1000 m2 con altillo se puede montar en unos 8 días.

A la disminución del tiempo de montaje se suma la disminución del personal en obra, a no ser necesaria la realización de todas las operaciones descritas, con lo que disminuyen los costes y los riesgos de coordinación entre los oficios.

El hormigón es un material incombustible con lo que no precisa de tratamientos adicionales que presentan costes extra de mantenimiento. Además se trata de un material con excelentes cualidades como aislante térmico.

Los elementos de construcción del hormigón se producen en instalaciones fijas bajo estrictos procesos de control de calidad, lo que ahorra costes posteriores en maquinaria para la ejecución de la obra.

El hormigón es un producto inorgánico respetuoso con el medio ambiente que se puede reciclar y reutilizar para la composición de nuevos hormigones. Un producto con muy poco mantenimiento y muy fácil de limpiar.

Nave industrial metálica

Las estructuras de acero son mucho más ligeras que las de hormigón por lo que requieren una cimentación mucho menor. Las estructuras se construyen en taller y llegan a la obra preparados para una mínima manipulación.

Las naves industriales de hierro son más flexibles, son ideales a la hora de plantear una nave con probabilidad de crecimiento posterior o cambios estructurarles o para su instalación en terrenos complicados con asientos diferenciales apreciables o para construcciones que requieran grandes espacios libres como salones o locales públicos, o en parcelas con una geometria irregular.

El inconveniente de las naves industriales de metal es que no se recomienda su instalación en zonas con atmósfera agresiva, como cerca del mar, o para almacenamiento de productos inflamables o en zonas con grandes acciones dinámicas, además requiere ser ignifugada dependiendo del uso que le vayamos a dar.

A nivel de precio depende de cada caso en más recomendable hacerla de hierro o de hormigón. En principio cuanto más grande sea la nave más interesa que sea prefabricada de hormigón; si es muy pequeña, mejor metálica.