Cuatro claves para elegir al constructor ideal

¿Vas a emprender un proyecto de construcción? ¿Necesitas colaborar con una constructora capaz, de garantías y de confianza? Hoy te damos cuatro consejos que debes tener muy en cuenta para elegir al constructor ideal a la hora de involucrarlo en tu proyecto.

Verifica su solvencia económica

Pídele informes a tu banco de confianza o a tu asesor, informes de solvencia financiera o impagados son imprescindibles. Hay webs tipo einforma que por 20€ te los elaboran. Si no paga bien a sus proveedores no puede hacer bien su trabajo como constructor.

Es importante saber si es de fiar pues te va a pedir un adelanto. Entre particulares es normal, pero atención a quien le das tu dinero.

Asegúrate de que tenga experiencia

Fíjate en la trayectoria de la empresa y del gestor de esta, esto es también muy importante. Recomiendo ver una obra acabada por la persona que te va a trabajar y, si puedes, habla clientes de este constructor. No todo el mundo está capacitado para hacer cualquier obra.

¿Hay buen feeling?

La relación con la persona que vas a trabajar es muy importante, dado que os vais a ver todas las semanas varias veces y vais a veros en las peores condiciones. Es decir, discutiendo por dinero.

Por eso necesitas una empresa con personas al frente que sean íntegras, ágiles y acostumbrados a lidiar con inconvenientes e imprevistos.

Cierra un buen acuerdo sin pensar en que el mejor es el más barato

Una vez elegido el constructor, exígele un contrato donde deje claro el precio, las formas de pago y el resto de condiciones.

Es recomendable exigirle al constructor una retención del 5% hasta los tres meses como mínimo una vez acabadas las obras, para poder hacer frente a posibles defectos de los construido. Si no acepta ya es un claro síntoma para no escogerlo.

Luego es importante exigirle a el constructor que si la obra tiene proyecto se mida la obra antes de empezarla para evitar futuros problemas. !Y si los prevé que te acote los extras!

Desgraciadamente la mayoría de discusiones son por dinero, por lo que lo mejor es prever posibles problemas y si hay una partida que no se puede presupuestar ahora mejor saberlo.

No siempre el más barato es el más adecuado. ¡Es un error garrafal! Sobre todo lo cometen las comunidades de vecinos o muchos clientes que no se fijan más que en el precio sin tener en cuenta que una obra mal hecha no tiene solución en muchas ocasiones.

Hay empresarios con bajas temerarias que solo esperan coger la obra y negociar cualquier contratiempo para salir adelante.

A veces queremos engañarnos y pensar que el más barato es el idóneo, cuando puede ser… ¡una trampa mortal!

También es importante exigir al contratista toda la documentación que la legislación le obliga tener. Para eso tienes a tu asesor sobre todo si eres una empresa.